La Radio ha muerto, Viva la Radio.

Cuenta la historia que, desde 1272 en la sucesión de Enrique III se acuñó la frase El Rey ha muerto, larga vida al Rey.

Soy un enamorado de la Radio

La escucho desde niño, he participado y colaborado en ella, y continuo escuchándola por las mañanas y por las noches.

Todos los días.

Guardo un transistor en casa porque sé, que cuando no hay internet es lo único que me informa de lo que pasa en el mundo.

El auge de Youtube, las Redes Sociales y toda la nueva cultura digital pusieron en alerta a un sector que temía por dejar de ser atractivo ante la omnicanalidad y la libertad de contenidos de internet.

Pero llegó el Podcast. Como un hermano pequeño, como un visitante que llega a casa sin más derecho que compartir formato: el audio.

Esta relación Radio/Podcast podía generar cierta desconfianza por parte de los medios porque, personas decididas, amateurs, comunicaban (publicaban) habitualmente contenidos de Podcast de calidad, con audiencias fieles que restaban protagonismo a los grandes medios, a las grandes emisoras.

Si decimos Del Olmo, García, Gabilondo, Nierga, Alsina, Otero, Onega, Hermida, sabemos de lo que hablamos.

Grandes locutores que han hecho escuela y han dejado la semilla del «yo quiero hacer esto» en muchos podcasters que hoy ocupan un lugar en el imaginario de su audiencia.

Y te hablo de capítulos de Podcast perfectos incluso a nivel de edición. Porque la democratización de los recursos, dispositivos y plataformas permite tener una pequeña infraestructura que ofrece un nivel de calidad a la altura de cualquier emisora de radio privada.

La Radio se dio cuenta de esto e incorporó al Podcast, ya no como un invitado sino como un escudero.

La Radio es la madre, si. Y lo seguirá siendo.

Pero también es el Streaming del Podcast.

La radio es directo, es programada, el Podcast es la esencia que ésta deja, la selección, el guiño de poder siempre volver a disfrutar algo que te ha gustado, que no has podido completar.

El Podcast es una segunda oportunidad para el oyente, pero también lo está siendo para la radio.

A la radio se le ha aparecido la virgen con el Podcast, con los altavoces inteligentes, con las mismas apps que nos permiten (que me permiten) escuchar el monólogo de Alsina todas las mañanas, por ejemplo.

El Podcast es el nuevo puente que conecta la radio con el oyente.

Te escucho cuando quiero y si me gusta, puede ser que te ganes que te escuche en directo, que no pueda esperarme a que se publique el Podcast.

Me recuerda mucho a ese Lead Magnet que ofrecemos para que vengan a casa, y que se vayan de ella con valor….para que quieran volver.

Muchos viernes aguanto hasta la 1:30 de la noche para escuchar La Cultureta de Rubén Amón. Un programa que emite Ondacero Radio. No siempre me espero a escucharlo en Podcast horas después…

Si nos enamoramos de palabras como «radio» y hablamos de ellas como «objeto brillante»; si nos aferramos a defenderla pensando que en el futuro tendrá la misma entidad e independencia que antaño tuviera, le haremos un flaco favor al formato, que debe ser nuestra única obsesión:

Aprovechar el momento de desarrollo y de nuevas oportunidades del formato audio, sumarse al concepto de audificación e innovar (realmente) para crear experiencias más allá de las historias y las personas que las cuentan.

Las grandes emisoras de radio lo saben: Son fuertes, tienen el potencial, los recursos, las personas. No deben mirar otros contenidos de audio como competidores, sino como aliados de un gran movimiento llamado #AUDIOMEDIA

Yo soy locutor, guionista y técnico de sonido de mis producciones y nunca podré competir con Podium Podcast, la SER, Ondacero o Podimo.

Tan sólo la inversión que se pueden permitir realizar para promocionar sus podcasts en las principales plataformas de distribución nos hace invisibles.

Además de muchos profesionales que, como digo, desarrollan cada uno una función.

Pero cuidado.

Si profesionalizamos en exceso la producción de Podcasts, si intentamos que los Podcasts suenen a radio y la Radio a Podcasts lo habremos hecho todo fatal y habremos desaprovechado una ocasión estupenda.

Si volvemos a jugar al juego del pez grande se come al chico, el formato volverá al transistor y perderá cualquier entidad propia, como hoy tiene.

El 99% de los videos sin audio pierde su mensaje.

Al contrario de lo que esta semana escuché en un evento sobre Podcasting, no creo que el Audio sea el mejor formato porque exija una atención consciente y eso haga que el oyente reciba mejor el mensaje.

Es decir, que mientras se escucha un Podcast no se puede hacer nada,

Pues empezamos mal.

El Podcast es el único formato digital que puede consumirse mientras se hace otra cosa.

Eso no es consciencia. Un video te exige, si, la atención consciente.

No puedes conducir mientras ves un video.

No debes…

Pero se me ocurre una decena de cosas que se pueden hacer mientras se escucha un Podcast la radio o un mensaje de whatsapp.

Formato friendly donde los haya. Todavía no conozco a nadie que esté deseando acostarse o ir al gimnasio para leer un post.

Aquel camino que comenzara la radio tiene poco recorrido, como el del rey sentenciado.

Las ondas acabarán dando paso a la conexión online en exclusiva y en la medida que la Radio se sumerja en ese universo de posibilidades, el #Audiomedia perdurará.

Viva la nueva Radio.

Puedes seguir este Podcast, hablar de él y la todopoderosa reseña de Apple, que te la agradecería en cantidades industriales.

Me encuentras en Linkedin y en santosgarrido.com

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